Que hermosos monasterios, parecen palacios. Que dicha poder entrar a alguno de ellos, ¿cuántos acontecimientos han pasado en esos muros que ni nos imaginamos? el ambiente, el clima, la geografía les da una especie de misticismo.
El nombre de Matrona no me gusta para nada. Pero la santidad de vida nadie se la quita. Que Santa Matrona ore por nosotros.